miércoles, 18 de febrero de 2015

PADRE CREADOR VIVIENTE

  NOS HABLA SOBRE EL TIEMPO, Quereos así como sois, amaos locamente así como sois, pues es así como vuestro Padre os ama, no os amaría si fuerais diferentes, Yo os amo así, tal cual sois, pero sed valientes, audaces, sed osados, atreveos a dar un giro a esta humanidad que clama de dolor, lo único que debéis hacer es revisar vuestra historia en el tiempo y escribir un nuevo libro del tiempo cada uno de vosotros, entonces el guardián del tiempo tomará todos esos libros y los presentará a vuestro Padre y allí en mi Presencia se escribirá el gran libro del nuevo tiempo de la humanidad, Pedid a vuestro Padre, pedid a vuestra Madre, pedid a los hijos de la luz que os acompañen, que os hablen al corazón, que os muestren la luz que dentro vuestro irradia en todas las direcciones, atreveos a uniros a Mi, como mi amado hijo Jesús lo está, aceptando que sois mis hijos del amor, no miréis aquello que no habéis pedido y que sin embargo ahora tenéis, aquella familia que no os agrada, o aquel enemigo que os tortura, mas bien hijos míos mirad que grandes, fuertes y valiosos sois, para vuestro Padre y construid vosotros una nueva vida en Dios con aquello que si os agrada y si os gusta, pero sobretodo con paz, este es vuestro nuevo tiempo, el otro ya pasó, a ese no podéis regresar, pero si podéis recordar en paz, abandonaos a mis manos que sea en mi Padre aquello que tu quieras y que se cumpla tu voluntad y no la mía, MENSAJE DEL PADRE CELESTIAL, Amado hijo buenas noches en el amor de tu Padre, ¿Podemos hablar un poco hijo mío? Deseo hablarte del tiempo, es importante hijo mío así que oye mi voz mientras mis manos se colocan en el centro de tu corazón y de tu mente a fin de que todo lo que deba ser comprendido, se comprenda cabalmente, Amado hijo el libro del tiempo es un instrumento de gran sabiduría dentro de ti, pues en el mundo que has de moverte es necesario que conozcas al hombre dentro de su ser interno donde se encuentra grabado su tiempo, Cada uno de vosotros mis hijos lleváis un libro del tiempo desde que fuisteis concebidos y desde que vuestro ser recuerda y tiene memoria, Habéis vivido varias etapas dentro de vuestro tiempo particular, así un día, un hecho, una circunstancia ha ido configurando lo que vosotros denomináis años, meses, etapas de vuestra vida, Ahora hijo mío deseo que sepas que muchas veces a vuestro Padre le han llegado voces de sus hijos renegando de este tiempo, Padre, me dicen, yo no escogí venir a este mundo, fui arrojado a el, a mi no me preguntaron si deseaba vivir sino que simplemente un día me descubrí como persona, como ser humano, Hijo mío eso es verdad, no podemos decir que no ha sido así, pues habéis tenido vida merced al amor que un día un hombre y una mujer se profesaron pues de no haber existido aunque más no sea un instante de amor, no estaríais aquí ahora escuchando mi voz, simplemente no existiríais y ese amor también formó en ese momento parte de mi amor, otras veces me dicen,
  Padre yo no elegí a esta familia, me fue impuesta, tampoco elegí este cuerpo, tampoco elegí este temperamento que tengo, lo cual hijo mío también es cierto, Ahora veamos cómo debes trabajar tú estos tiempos el libro de la historia y del tiempo de los hombres, pues esa es tu labor junto a la luz que se te ha dado, Ahora es momento de refrescar aquello que has recibido en tus ascensos, Existen dos cosas del libro del tiempo que debes conocer, Uno es lo que fue, otro es lo que será, En aquello que sucedió y en aquello que sucederá debemos ver dos partes importantes en vuestra humanidad, El tiempo pasado y que no regresa ni regresará y dentro de ese tiempo los hechos que pudieron ser cambiados y aquellos que no había manera de transformar ni cambiar, así es la vida de la humanidad toda, no pudieron elegir muchas cosas pero si pueden cambiar otras, no pudieron cambiar el momento de la historia que les tocó vivir ni tampoco la familia en la cual pasaron ese tiempo, eso es lo que no pudo ni puede cambiarse, pero el destino si puede modificarse en base al conocimiento profundo de su ser interno, Cada uno de vosotros tiene su historia y en esa historia existen momentos que ante los acontecimientos de vuestras vidas simplemente debéis abandonaros, ahora bien hijo mío, escucha bien, abandonaros no quiere decir que nada haréis a favor de vuestro ser sino que en aquellas cosas que no podéis cambiar, porque así fueron y así serán debéis abandonarlas en las manos de vuestro Padre y decir Padre amado toma aquí en tus manos abandono esto que no puedo cambiar, esto que no puedo modificar porque así fue y es irremediable, pero abandonándome en tus manos por lo menos tener paz, Hijo mío mis hijos han ido protestando por la vida quejándose de las cosas que no pueden cambiar y con el pasar de los años han construido una vida en base de odios, resentimientos, descontentos, enojos, Tu que eres el guardián del tiempo deberás trabajar esa parte de sus vidas, enseñándoles en primer lugar a amar cada instante, cada segundo, cada momento aceptando lo que fue y reconstruyendo su futuro en base a mejorar pues el temperamento puede cambiarse, estoy frente a ti en estos momentos y tu eres un vivo ejemplo de que ese cambio es posible, entonces ante esa realidad debéis luchar como una leona cuando alguien merodea sobre sus cachorros y así si cada uno de vosotros hace un mínimo esfuerzo el destino del mundo cambia de raíz, Pero debe hacerse el esfuerzo, ahora si mis hijos se sientan a llorar porque no les agrada su historia tampoco les agrada el tiempo vivido, tampoco están conformes de su propio cuerpo, entonces el cambio no es posible, Amado hijo es necesario que comprendáis una vez más que la fuerza radica dentro de vosotros mismos, así como radica la fuerza en vosotros, también en vosotros radica la desolación y la falta de deseos de cambiar vuestra historia, vuestro tiempo, la historia tiene un solo momento, no tiene varios, sino un simple y eterno momento en el cual los hombres van construyendo sus vidas dentro de su tiempo particular, Fíjate hijo mío algo muy particular de los hombres, alguien les causó daño, Alguien les hablo mal o les obró mal, alguien los engañó, alguien los insultó, muy bien, ¿Cómo nacen los rencores? ¿Cómo nace el tiempo malgastado? Trayendo a la memoria a cada instante aquello que se os hizo, evocáis el dolor hasta convertirlo en una daga clavada dentro d vuestro corazón, La pregunta que hago a mis hijos es ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene recordar y traer a vuestra mente una y otras vez aquello que os hizo tan desgraciados? Entonces vais construyendo en vosotros una muralla que con el tiempo se vuelve impenetrable, allí radican los corazones duros los que cuesta tanto penetrar y cambiar porque llevan todo su tiempo alimentando el rencor, Entonces hijo mío el tiempo le es eternamente largo y tortuoso, son los que no desean vivir y no encuentran sentido a su existencia, Guardián del tiempo de los hombres debes buscarles un nuevo tiempo en su vida, un nuevo momento de vivir y crecer, Como ves hijo mío el poder de lo bueno y de lo malo, el poder del amor y del rencor anida dentro vuestro y esas cosas constituyen el tiempo de la vida de los hombres constantemente os estáis debatiendo entre estas dos corrientes constantemente estáis en lucha con vosotros mismos, simplemente no os amáis, no encontráis en vosotros esa belleza de luz que cada uno posee pues no he dado a nadie más que a otros, a todos se os ha dado en igual medida ahora como habéis utilizado esa luz en vuestro tiempo eso es de cada uno de mis hijos, Hay un libro que se escribe con la mente y otro que se escribe con el espíritu, 
  Los que se escriben con la mente son libros del momento, duran tan solo un instante y pronto se olvidan, ahora los libros que construís con vuestro espíritu perduran por toda la eternidad, pues es un libro escrito a fuego dentro de vuestro ser, ese libro constituye vuestro tiempo, presente, pasado y futuro, de acuerdo a como lo escribáis será la vida que llevéis adelante, Es necesario que tú, hijo mío les digas que deben repasar cada uno su tiempo, ¿Cómo he caminado hasta aquí? ¿Cómo he vivido mi vida? ¿Cómo he ido escribiendo mi tiempo, mi historia? Pues de la contemplación particular, saldrá la fuerza general, cada uno debe aportar desde su interior una fuerza particular que luego sumada a la fuerza del universo y guiada por los seres de luz será la que provocará ese gran cambio en la historia del mundo que se está gestando y en la que mis niños de la luz, el germen de mi amor tiene una parte importante que llevar adelante, pero tu eres el guardián del tiempo y a ti se te encomienda la tarea de que a cada hombre de la comunidad llegue este pedido de vuestro Padre, sanad vuestra historia, presente y pasada, sanad vuestras almas y vuestros corazones, no reneguéis de lo que no podéis cambiar a esas cosas abandonadlas en mis manos y las que podéis cambiar poned manos a la obra y toda vuestra energía en ellas, Preguntaros ¿Qué debo cambiar de mí? ¿Qué debo perfeccionar en mí? ¿Qué debo trabajar en mí para que los Ángeles de Dios sientan más liviana su tarea? Entonces allí cada uno de vosotros ira provocando paso a paso el cambio del mundo todo, Un día vuestro Padre dijo sed precavidos con el temor, el temor es vuestro peor enemigo, el temor es el que os lleva al precipicio y se encarga de daros el empujón final para que os precipitéis al vacío, una vez caídos en ese vacío profundo es muy difícil salir con vuestras solas fuerzas, no tengáis temor, no tengáis miedo a viajar a vuestro interior, y cambiar vuestro ser interno pues es el camino a la paz interior, Quereos así como sois, amaos locamente así como sois, pues es así como vuestro Padre os ama, no os amaría si fuerais diferentes, Yo os amo así, tal cual sois, pero sed valientes, audaces, sed osados, atreveos a dar un giro a esta humanidad que clama de dolor, lo único que debéis hacer es revisar vuestra historia en el tiempo y escribir un nuevo libro del tiempo cada uno de vosotros, entonces el guardián del tiempo tomará todos esos libros y los presentará a vuestro Padre y allí en mi Presencia se escribirá el gran libro del nuevo tiempo de la humanidad, Pedid a vuestro Padre, pedid a vuestra Madre, pedid a los hijos de la luz que os acompañen, que os hablen al corazón, que os muestren la luz que dentro vuestro irradia en todas las direcciones, atreveos a uniros a Mi, como mi amado hijo Jesús lo está, aceptando que sois mis hijos del amor, no miréis aquello que no habéis pedido y que sin embargo ahora tenéis, aquella familia que no os agrada, o aquel enemigo que os tortura, mas bien hijos míos mirad que grandes, fuertes y valiosos sois, para vuestro Padre y construid vosotros una nueva vida en Dios con aquello que si os agrada y si os gusta, pero sobretodo con paz, este es vuestro nuevo tiempo, el otro ya pasó, a ese no podéis regresar, pero si podéis recordar en paz, abandonaos a mis manos que sea en mi Padre aquello que tú quieras y que se cumpla tu voluntad y no la mía, Así sea, Vuestro Padre ha hablado, Pedro Cuenca

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